Actualizan base de datos mundial sobre importante proceso del nitrógeno en el océano: directora del COPAS Coastal participó en su elaboración

Con 97 autoras y autores, ésta supuso un desafío académico y una gran oportunidad para colaborar con la ciencia global.

Un esfuerzo a nivel mundial se acaba de concretar para la actualización de la base de datos que recopila la magnitud y distribución espacial de uno de los procesos menos muestreados del ciclo del nitrógeno marino: la fijación de nitrógeno molecular (N2) atmosférico por organismos diazótrofos. Este proceso asegura no solamente el intercambio entre el océano y la atmósfera de su principal componente gaseoso, sino que también es una forma de inyectar nutrientes al océano en zonas de océano abierto.

La publicación se realizó con información levantada por científicas y científicos de diversas partes del globo, entre quienes se encuentra la Dra. Camila Fernández, directora del Centro de Investigación Oceanográfica COPAS Coastal. Según explica la investigadora, los diazótrofos marinos son microbios capaces de tomar el nitrógeno molecular que hay en la atmósfera y transformarlo en biomasa para reproducirse en el océano superficial y profundo. Al hacerlo, facilitan que este nutriente esencial para el crecimiento de las plantas circule en forma disponible para otros organismos. Puesto que en muchos lugares del océano la productividad biológica está limitada por su disponibilidad, los diazótrofos permiten superar esa limitación. “Este es uno de los procesos menos estudiados en el ciclo del nitrógeno”, comenta la Dra. Fernández, señalando la importancia de la base de datos, que corresponde a una actualización de su primera versión (2012). En este sentido, el documento recoge los avances logrados en el área durante la última década, donde se incluye parte de su investigación.

“Fue en 2011 la primera vez que publicamos sobre esto, cuando demostramos que existía, efectivamente, fijación de nitrógeno en aguas anóxicas frente a las costas de Perú y Chile, y que era responsabilidad de bacterias heterótrofas mayormente, no cianobacterias de superficie, como se le atribuye tradicionalmente. Posteriormente en 2015 publicamos datos con cobertura en las costas de Perú y Chile norte y centro-sur”, cuenta la científica. Junto con este aporte, Camila Fernández participó en el debate científico necesario para la interpretación de la data y escritura del documento de esta nueva versión de la base global de datos de este proceso.

La investigadora comenta que este fue un ejercicio puramente académico, por lo que siguió el mismo camino que todos los papers de investigación, pero con muchos más actores, concretamente, 97 personas. Por otra parte, valora el rol de los líderes de este documento en la Universidad de Xiamen, ya que coordinar esta cantidad de gente es extremadamente difícil, además, un documento de esta naturaleza requiere controles de calidad y calibraciones internas, para asegurarse de que los resultados son correctos y comparables entre sí. Por lo que la publicación de la base de datos supone un desafío superado y una oportunidad valiosa para contribuir a la ciencia global.

“Ejercicios como este, en que hay una coordinación para juntar a todos los que trabajamos en un mismo tema y tratar de darle una coherencia a nivel mundial, es precisamente el tipo de trabajo que nos interesa hacer. Es decir, llevar nuestra pequeña contribución a un contexto global en el que podamos sacar conclusiones coordinadas y que sirvan, sobre todo, para hacer predicciones hacia el océano futuro”, concluye la Dra. Fernández.

Imagen contextual. Colonia del diazótrofo filamentoso Trichodesmium sp. en aguas superficiales del Océano Pacífico Sur. © Sophie Bonnet, IRD. Fuente: Institut de Ciències del Mar.

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