Relanzamiento de la Boya POSAR: Una nueva oportunidad para comprender los fenómenos del océano

  • Tras un prolongado periodo fuera del mar, la Plataforma de Observación del Sistema Acoplado Océano Atmósfera (POSAR) vuelve a estar operativa frente a la costa de Dichato, en la Región del Biobío.
  • Este es un trabajo en conjunto entre COPAS Coastal y el CR2. La boya se ubica en la denominada Estación 18, un punto de mediciones histórico de campañas científicas vinculadas a la Universidad de Concepción.
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Corría el 25 de mayo del año 2016 cuando la boya POSAR fue fondeada, situándose en la desembocadura del río Itata, región del Ñuble. Este fue un hito de gran relevancia para las ciencias de la Tierra en Chile, pero principalmente para el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia CR2, que lideraba el proyecto, pues esta nueva plataforma permitía contar con mediciones continuas del océano y la atmósfera costera, y con datos abiertos y disponibles para toda la comunidad científica nacional e internacional. A comienzos de marzo de 2020 la boya fue retirada del mar para su mantención periódica.

Tras mucho esperar, debido a la pandemia de COVID-19 y cambios en la contraparte técnica, el pasado 18 de agosto de este 2024, gracias a un trabajo en conjunto con el Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico Sur-Oriental (COPAS-Coastal) y la empresa Advection, la boya POSAR nuevamente se encontró con el océano, esta vez en la denominada Estación 18, un punto de mediciones histórico de campañas científicas vinculadas a la Universidad de Concepción (UdeC), ubicado 25 kilómetros mar adentro de la costa de Dichato y donde por más de dos décadas se han realizado mediciones oceanográficas. Desde allí, POSAR nuevamente cumplirá su misión de entregar datos de relevancia para comprender de mejor manera los fenómenos marinos.

POSAR (acrónimo de “Plataforma de Observación del Sistema Acoplado Océano Atmósfera”) registra datos meteorológicos y oceanográficos en tiempo real e in situ, los que son transmitidos cada diez minutos al Departamento de Oceanografía de la UdeC y respaldados en el servidor del CR2. “Este tipo de mediciones tienen un alto valor científico, ya que nos permiten validar todo lo que observan los satélites y también medir en una frecuencia de tiempo que otros sistemas no podrían hacer”, explicó Laura Farías, académica del Departamento de Oceanografía UdeC e investigadora CR2.

Dentro de las variables registradas por la boya, se encuentra la temperatura del aire y del mar, salinidad, el oxígeno disuelto en el agua, nitrato, radiación solar y velocidad del viento, entre otras, entregando información de relevancia para quienes se dedican a investigar la interacción océano-atmósfera. “POSAR proporcionará datos de base para estudios sofisticados que tengan que ver con variabilidad climática, eventos extremos y cambio climático”, enfatizó René Garreaud, subdirector del CR2 y académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, quien encabezó la fase inicial de POSAR financiada por el CR2 y un proyecto FONDEQUIP dedicado a esta boya.

Un apoyo para la falta de observación oceánica

Pese a sus más de cuatro mil kilómetros de costa lineal, en Chile no existiría más de una decena de boyas de este tipo, lo que hace que exista una subrepresentación en el monitoreo del estado del océano, por lo que POSAR cobra gran relevancia por su capacidad de contar con datos en tiempo real y disponibles para quien desee verlos.

“El diagnóstico es que no tenemos los mecanismos de financiamiento de largo aliento que requiere un sistema de observación. Sin embargo, no es imposible, pues países desarrollados los tienen, como Estados Unidos o Australia. Entonces, se hacen esfuerzos como los de POSAR para que las estaciones estén operativas y para mantener los sensores, pues estos quedan destruidos en el agua”, comentó Laura Farías.

Martín Jacques, académico del Departamento de Geofísica UdeC, señala que “siempre se dice que en las ciencias atmosféricas se necesitan más mediciones, pero en el caso del océano el desafío es mucho mayor, justamente, porque los puntos de observación son más escasos. En tierra hay cientos de estaciones meteorológicas, en cambio, en el mar hay muy pocas, por lo que tenemos un problema de submuestreo muy grave. Por otro lado, la capacidad técnica para instalar y mantener este tipo de equipamientos es limitada, además de ser procesos más caros y demandantes que en operaciones terrestres, porque el medio es más desafiante y corrosivo, lo que genera una mayor necesidad de calibración y mantenimiento”.

Sobre este submuestreo, Martín Jacques añadió que “nos estamos perdiendo la oportunidad de estudio de muchos procesos que sabemos que ocurren, pero que no estamos monitoreando; también hay muchos otros procesos que no conocemos, simplemente, porque no tenemos observaciones”.

En este sentido, el académico de la UdeC señaló que esfuerzos como el de POSAR son cruciales, pues abren una oportunidad para tener una comprensión más completa de los fenómenos que ocurren en el océano. A esto se suma que la locación actual de la boya complementará los registros de larga data de la Estación 18.

René Garreaud añadió que el lugar donde está instalada la boya no siempre es bien analizado por los satélites, siendo que allí ocurren marejadas, eventos de hipoxia e incluso floraciones de algas nocivas. “En esta franja costera se desarrolla una cantidad muy importante de fenómenos meteorológicos y oceanográficos que, a la vez, gatillan fenómenos biológicos y medioambientales, pero no tenemos idea de lo que pasa en esa franja a nivel de datos, y por ello POSAR está específicamente en ese espacio”, explicó.

Trabajo colaborativo

La actual instalación de POSAR fue un trabajo colaborativo entre el CR2 y el centro COPAS-Coastal de la Universidad de Concepción, institución con más de catorce años de historia en el monitoreo del océano.

Camila Fernández, académica del Departamento de Oceanografía UdeC y directora de COPAS-Coastal, comenta que la relación entre ambos centros no se debe “solo a intereses científicos en el acoplamiento atmósfera-océano, sino también al capital humano”, añade que el CR2 “ha interactuado con nosotros desde la primera iteración de POSAR y nos contactaron también ahora debido a nuestra experiencia en esta área. Esta es realmente una relación de confianza entre centros y un espíritu  de cooperación en pos de mejorar la capacidad de predecir cambios en el océano”.

Por su parte, Diego Narváez, quien participó en el fondeo de la boya, señaló que el trabajo en conjunto entre el CR2 y el COPAS-Coastal “viene desde hace varios años”. El también académico del Departamento  de Oceanografía UdeC indicó que “hemos hecho varias colaboraciones, por lo tanto es algo que se ha dado de manera fácil”.

De esta manera, la boya POSAR viene a complementar las observaciones oceánicas y también a dejar disponible los datos a toda la comunidad científica y, al mismo tiempo, es una muestra del trabajo colectivo entre centros de investigación nacional.

Datos en tiempo real obtenidos por la boya POSAR. Gentileza de René Garreaud.

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