El viaje permitió a las y los investigadores explorar la zona del Punto Triple de Chile, así como cuatro nuevos cañones submarinos.
El R/V Falkor (too) es un buque de investigación oceanográfica perteneciente al Schmidt Ocean Institute, fundación privada estadounidense sin fines de lucro que trabaja para ampliar las fronteras de la investigación marina global, brindando apoyo operativo, tecnológico e informativo de última generación. A lo largo de este 2024, el Falkor (too) ha recorrido la costa oeste de Sudamérica, recopilando datos que contribuirán a la gestión de los entornos oceánicos de Chile y Perú. Fue en el marco de esta gran travesía que se realizó la expedición “Cañones, respiraderos y filtraciones del margen de Chile”, de la cual participaron los investigadores COPAS Coastal, Dra. Pamela Linford y Dr. Gerdhard Jessen. Los hallazgos de esta se informarán a los planes nacionales de adaptación para el Acuerdo de París y a las acciones chilenas de conservación para la iniciativa 30×30 del Marco Global de Biodiversidad, la cual apunta a proteger el 30% del territorio y maritorio para el 2030.
La expedición se realizó con la intención de mapear cañones submarinos, muestrear y caracterizar los ecosistemas de aguas profundas a lo largo de la costa de Chile, esperando localizar nuevas filtraciones de metano y respiraderos hidrotermales. Tanto Linford como Jessen se embarcaron en la segunda sección (denominada Leg 2), que se realizó entre los días 6 de noviembre y 5 de diciembre.
El trayecto
Esta etapa de la expedición abarcó desde Puerto Montt hasta Punta Arenas, enfocándose en la zona de la Península de Taitao y el Golfo de Penas. “Recorrimos el océano Pacífico en torno a la zona de subducción de las placas Nazca/Antártica bajo la placa continental Sudamericana”, detalla Linford, quien además de ser postdoctorante de COPAS Coastal, pertenece al grupo de trabajo OMARE (Observartorio Marino del Reloncaví) del Centro i~mar, Universidad de Los Lagos. Con eso dicho, la primera parada de este viaje fue el Punto Triple Chileno, zona del lecho marino donde, precisamente, convergen estas tres placas.
El Falkor estuvo allí casi diez días, dedicándose a mapear el fondo oceánico con alta resolución, así como observar y tomar muestras biológicas, de sedimentos y rocas, llegando, incluso, a 3000 metros de profundidad. Lo anterior, gracias al servicio del vehículo de operación remota (Remotely Operated Vehicle, ROV) «SuBastian«. Todos los investigadores a bordo tomaron turnos diarios para observar el fondo oceánico e ingresar información acerca de lo observado, así como de la toma de muestras realizadas por este vehículo. Luego del trabajo realizado en esta zona, donde también tomaron muestras por primera vez de algunos pequeños volcanes submarinos, la expedición realizó observaciones similares en cuatro cañones submarinos hacia el sur que no habían sido explorados ni denominados como tal hasta ahora, para finalmente ingresar a Punta Arenas a través del Estrecho de Magallanes.
Durante este trayecto, Pamela Linford participó principalmente en el área de la oceanografía física, aportando con el conocimiento de las corrientes oceánicas y masas de agua de la zona de estudio, además, en el marco de un pequeño ciclo de charlas que se realizó a bordo, presentó la charla “What’s happening in the water column? Circulation and Water Masses in the South Pacific” o en español “¿Qué está pasando en la columna de agua? Circulación y masas de agua en el Pacífico Sur”. Por su parte, Gerdhard Jessen, quien también pertenece al Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Universidad Austral de Chile, se enfocó en la toma de muestras de sedimento y agua que actualmente se están procesando para caracterizar la comunidad microbiana asociada al Punto Triple y los cañones submarinos. Esta tarea se alineó perfectamente con su experiencia, ya que anteriormente estudió microorganismos que habitan ambientes extremos y cómo el cambio climático puede afectarlos en lugares como, por ejemplo, fuentes termales, hidrotermales y desiertos.
Una experiencia provechosa
Al consultar por los resultados que se rescatan de esta experiencia, Jessen destaca el hecho de que, gracias a la plataforma que otorga el Falkor junto al vehículo de operación ROV SuBastian, fueron capaces de explorar y acceder por primera vez a la zona del Punto Triple chileno. “Si bien a pesar de nuestros esfuerzos no encontramos evidencia de fuentes hidrotermales activas, encontramos filtraciones de metano asociadas a un cañón submarino desconocido hasta ahora, cerca de Taitao”, cuenta. En tanto, Linford comenta que pudo observar en tiempo real la variación de las propiedades físicas en la columna de agua (temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, entre otras) y, en especial, obtener datos a profundidades mayores a los 1000 metros (llegando cerca de los 3500 metros) en el océano adyacente a la zona centro-sur de Chile, en donde existía escasa o inexistente data previa. Datos que aún deben ser procesados en detalle y discutidos con el equipo, pero se espera utilizar en futuras publicaciones.
Por otra parte, la expedición también supuso un aporte en las carreras científicas de los investigadores. “Este crucero, como cualquiera de los que se acercan a nuestras costas, permiten que accedamos a plataformas de investigación que complementan las nuestras, como es el Buque Oceanográfico Cabo de Hornos. Asimismo, presentan una oportunidad única de interactuar con colegas de otras instituciones tanto nacionales como internacionales, abriendo la posibilidad de generar nuevas redes de colaboración”, afirma Gerdhard Jessen al respecto.
Estas posibles redes también son destacadas por Pamela Linford, quien señala que tuvo “la oportunidad de trabajar con equipos multidisciplinarios, cada uno con su expertise y objetivos, y entre todos debíamos cada día tomar algunas decisiones de qué lugares específicos y muestras tomar. Esto me permitió aprender de otras áreas afines, así como compartir mis conocimientos, se formaron redes de contactos y posibles nuevas colaboraciones”. A esto, agrega que los datos obtenidos a través de los distintos instrumentos oceanográficos que utilizó, son valiosos, y podrán ser utilizados en su investigación.
Ambos investigadores recibieron apoyo de COPAS Coastal y la Universidad de Concepción en los gastos relacionados con logística y seguros, mientras que la estadía en el Falkor fue cubierta por el proyecto de la expedición en sí “Cañones, respiraderos y filtraciones del margen de Chile”, que fue liderado por investigadores de la Universidad de Boston (Estados Unidos), la Universidad de Aveiro (Portugal) y la Universidad de Valparaíso (Chile). Concluida esta parte de su travesía, el R/V Falkor (too) continuará su investigación en la Península Antártica para luego proseguir hacia el norte por la costa este de Sudamérica, proyectándose a 2025.




